12 efectos a corto y largo plazo del abuso infantil
El abuso y la negligencia infantil son problemas de salud graves que pueden tener efectos perjudiciales a largo y corto plazo en las víctimas. El abuso infantil incluye todo tipo de abuso y negligencia hacia personas menores de 18 años por parte de un cuidador o un adulto en un rol de mentor. Esto puede incluir abuso sexual, abuso físico, abuso emocional y negligencia.

Desafortunadamente, las víctimas de abuso infantil también pueden enfrentar un mayor riesgo de convertirse en abusadores más adelante en la vida. Por eso es importante reconocer los efectos del abuso infantil y reportar los signos de abuso y negligencia cada vez que los vea.
Abuso y negligencia infantil: 6 efectos a largo plazo
Las consecuencias físicas, psicológicas y de comportamiento son los tres principales efectos a largo plazo que sufren muchas víctimas de abuso infantil. Incluso años después de que termina el abuso, las víctimas aún pueden enfrentarse a los efectos a largo plazo del abuso físico, emocional o sexual que enfrentaron. Este impacto puede incluso abarcar generaciones si la víctima no puede buscar tratamiento y evitar que el ciclo se repita con sus propios hijos.
1. Problemas de salud física
Si bien algunos efectos a largo plazo del abuso infantil ocurren instantáneamente, como el daño cerebral por un traumatismo craneal, otros pueden tardar meses o años en detectarse. Las víctimas de abuso infantil enfrentan un mayor riesgo de una variedad de problemas de salud física a largo plazo o futuros, que incluyen:
- Desnutrición
- Hipertensión
- Artritis
- Cáncer
- Enfermedad gastrointestinal
- Diabetes
- Cardiopatía
- Problemas pulmonares
Las víctimas de abuso y negligencia infantil también corren el riesgo de un desarrollo cerebral retrasado o inadecuado. Las regiones del cerebro, incluida la amígdala, que desempeña un papel importante en el procesamiento de las emociones, y el hipocampo, que es fundamental para el aprendizaje y la memoria, se ven afectados negativamente por el abuso y la negligencia infantil. Sin embargo, con la ayuda del tratamiento y la intervención, es posible ayudar a que estas áreas del cerebro se recuperen.
2. Abuso de sustancias
Los niños con padres que luchan contra el abuso de sustancias se enfrentan a un mayor riesgo de sufrir abuso o negligencia. También aumenta su riesgo de recurrir a las drogas y el alcohol como un mecanismo de supervivencia para ellos mismos cuando envejezcan. Un estudio a largo plazo que siguió a las víctimas de abuso infantil hasta que cumplieron 24 años encontró que sufrir abuso físico durante los primeros cinco años de vida está fuertemente relacionado con el desarrollo de abuso de sustancias más adelante en la vida.

Desafortunadamente, las víctimas de abuso y negligencia infantil tienen más probabilidades de abusar de sus propios hijos. Buscar tratamiento por abuso de sustancias es imperativo para romper este ciclo de abuso y negligencia.
3. Delincuencia juvenil y actos delictivos
Según una investigación financiada por el Instituto Nacional de Justicia, las víctimas de abuso y negligencia infantil tienen más probabilidades de desarrollar comportamientos antisociales y asociarse con otras personas que muestran estas tendencias antisociales. Varios otros estudios también encontraron evidencia que apoya la información que descubrieron los investigadores financiados por el Instituto Nacional de Justicia.
El estudio también encontró que el abuso y la negligencia infantil afectaban a hombres y mujeres de manera diferente. Las mujeres tienden a internalizar sus comportamientos, lo que resulta en ansiedad o aislamiento social. Los hombres, en cambio, mostraron comportamientos externalizantes como el acoso o la agresión. Este comportamiento los siguió hasta la edad adulta.
4. Problemas psicológicos y de comportamiento
Experimentar abuso y negligencia infantil también es un factor de riesgo para desarrollar trastornos psiquiátricos como:
- Depresión
- Ansiedad
- Trastorno de estrés postraumático
- Anorexia o bulimia
- Trastornos del comportamiento
La investigación sobre el trauma infantil y su efecto en el cerebro sugiere que el retraso en el crecimiento o el deterioro del desarrollo cerebral debido al abuso pueden contribuir a dejar a las víctimas vulnerables a estos trastornos. Un estudio también encontró que los adultos con depresión mayor que también fueron víctimas de abuso y negligencia infantil respondieron de manera menos efectiva a los tratamientos antidepresivos. Algunos estudios también encontraron que las víctimas de abuso sexual tenían más probabilidades de volverse obesas cuando envejecían.
Si bien experimentar abuso y negligencia infantil aumenta sus posibilidades de experimentar estos problemas, eso no significa que esté destinado a luchar con ellos por el resto de su vida.
5. Habilidades cognitivas y funcionamiento ejecutivo deteriorados
El abuso y la negligencia infantil pueden interrumpir el desarrollo del cerebro, lo que da como resultado un deterioro de las funciones ejecutivas del cerebro. Estas funciones incluyen la memoria de trabajo, la autoconciencia, la planificación y la resolución de problemas. Este daño puede resultar en:
- Dificultades de aprendizaje
- Grados pobres
- Una mayor probabilidad de abandonar la escuela
Estos desafortunados efectos a corto plazo pueden tener un impacto drástico en la educación futura y las perspectivas profesionales de un niño.
6. Costos directos e indirectos para la sociedad
El abuso y la negligencia tienen consecuencias de gran alcance que no se detienen en la víctima. La sociedad, en su conjunto, también sufre los efectos del abuso infantil a largo plazo.

En 2015, el Centro para el Control de Enfermedades descubrió que la carga económica total de por vida del abuso y la negligencia infantil sumaba $ 428 mil millones. Los costos directos, como las hospitalizaciones y los pagos por cuidados de crianza, y los costos indirectos, como la atención a largo plazo, se incluyen en este total.
Abuso y negligencia infantil: 6 efectos a corto plazo
Dependiendo de su edad, los niños que sufren abuso y negligencia pueden responder de diferentes maneras. Los niños en edad preescolar o los niños pequeños pueden comenzar a orinarse en la cama y mostrar signos de ansiedad severa. Los niños de la escuela primaria pueden tener bajas calificaciones o muy pocos amigos. Algunos adolescentes experimentan con drogas y alcohol o pelean con miembros de su familia.
1. Depresión y ansiedad
Las adolescentes tienen una mayor probabilidad de desarrollar depresión y ansiedad por abuso físico, emocional o sexual. Sin embargo, un niño de cualquier sexo o edad puede experimentar depresión y ansiedad como resultado del abuso. Los sentimientos de culpa e ira también son comunes entre los adolescentes.
2. Ciclo de sueño alterado
Las víctimas de abuso infantil también pueden sufrir un ciclo de sueño alterado. Las pesadillas, los trastornos del sueño y la hipervigilancia pueden contribuir a sus problemas de sueño. Estos síntomas generalmente ocurren en niños en edad preescolar.
3. Comportamiento regresivo
El comportamiento regresivo ocurre cuando un niño retrocede a una etapa anterior de desarrollo emocional, social o conductual. Querer un biberón o un chupete después de haberlos dejado es un ejemplo de comportamiento regresivo. La regresión de edad puede ocurrir en personas de cualquier edad. Los niños de alrededor de tres a cuatro años también pueden mostrar un comportamiento regresivo después de presenciar violencia doméstica.
4. Trastorno de ansiedad por separación
Los niños en edad preescolar pueden desarrollar un trastorno de ansiedad por separación como resultado del abuso y la negligencia. Los síntomas de este trastorno incluyen seguir constantemente a un cuidador en la casa, así como dolores de estómago y mareos antes de la separación.
5. Baja autoestima
Las víctimas de abuso infantil a menudo desarrollan una baja autoestima. Pueden internalizar el abuso y creer que lo causaron o lo merecen. Estos sentimientos de incompetencia y vergüenza pueden continuar hasta la edad adulta y convertirse en efectos a largo plazo del abuso infantil.
6. Participación en conductas de riesgo
Los adolescentes pueden comenzar a tener relaciones sexuales sin protección o comenzar a abusar de las drogas y el alcohol como resultado del abuso o la negligencia. También pueden iniciar peleas en la escuela o intimidar a otros, aunque este comportamiento se observa más en los niños que en las niñas.
Posibles signos de abuso infantil
Muchas víctimas de abuso infantil tienen miedo de contárselo a alguien. Esto puede deberse a la vergüenza o la confusión. También podría ocurrir si el abusador es un padre o un adulto de confianza. Por eso es importante estar atento y estar alerta a los signos de abuso infantil en cualquier persona bajo su cuidado.
Las señales de alerta comunes de abuso físico, abuso sexual, abuso emocional y negligencia incluyen:
- Lesiones inexplicables
- Comportamiento o conocimiento sexual inapropiado para su edad.
- Depresión
- Baja asistencia a la escuela
- Mala higiene

También puede notar un comportamiento perturbador de los padres de los niños cuando están cerca. Esto puede incluir abuso verbal, falta de preocupación por el bienestar de sus hijos y abuso físico severo. Si bien los expertos en salud infantil condenan el uso de cualquier tipo de violencia, algunas personas aún imponen castigos corporales para disciplinar a sus hijos. Incluso si el castigo se aplica para disciplinar al niño, aún podría considerarse abuso.
Tipos de abuso infantil
El abuso infantil adopta muchas formas. Algunos de ellos incluso pueden ocurrir al mismo tiempo.
- Abuso físico: Golpes, puñetazos y asfixia son varios ejemplos de abuso físico. Cualquier cosa que ponga a un niño en peligro o que tenga la intención de lastimarlo físicamente se considera abuso físico.
- Abuso sexual: El abuso sexual incluye cualquier actividad sexual con un niño.
- Abuso emocional: El abuso emocional, como la agresión verbal o ignorar a un niño, afecta negativamente su autoestima y bienestar emocional.
- Negligencia: No proporcionar alimentos, refugio, supervisión, educación y atención médica adecuados se considera negligencia infantil.
Cómo prevenir el abuso y la negligencia infantil
El abuso físico, el abuso sexual y el abuso emocional se pueden prevenir. Como padre, puede asegurarse de que su hijo siempre reciba cuidados y cuidados. Como amigo o familiar, puede ayudar a cuidar a los niños o cuidarlos.
También puede involucrarse en la comunidad local desarrollando recursos para padres en la biblioteca local, pidiendo a los líderes que creen servicios para satisfacer las necesidades de diferentes familias y como voluntario en programas de prevención del abuso infantil.
Cómo buscar ayuda
Si cree que un niño ha sido abusado, debe buscar ayuda para él de inmediato. Puede comunicarse con el médico del niño, el departamento de policía local o la línea directa de abuso infantil nacional Childhelp las 24 horas al 1-800-422-4453. La línea directa nacional de abuso infantil puede brindarle información sobre recursos de apoyo, servicios de emergencia y asistencia social. Si el niño necesita atención inmediata, llame al 911.

Si usted o un ser querido ha sufrido abuso infantil, no es demasiado tarde para buscar ayuda. Hable con su médico acerca de las diversas opciones de terapia y tratamiento que están disponibles para usted.
La terapia en línea es un gran recurso para buscar ayuda desde la comodidad de su hogar. Los profesionales de salud mental con licencia de BetterHelp pueden ayudarlo a superar los efectos a largo plazo del abuso físico, emocional y sexual experimentado durante la niñez.
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